lunes, 9 de junio de 2008

Mucho más que un sueño (Parte 2, y final)

- ¿Cómo está, Javier? (me preguntó)
- Mal (fui claro)
- Pase y acomódese, yo estoy preparando café.
Minutos después escuché que entraba, con la taza rebotando al ritmo del equilibrio contra el platito que sostenía la mano. Y noté el crujido del sillón cuando se sentó.
- Empiezo por anoche (anuncié).
Y conté todo sin interrupciones, sin vacilar, como necesitándolo. No omití detalles, los olores por ejemplo. Con ello ensamble mis dos sueños, las dos mujeres parecían la misma, la mujer de mi vida, los perfumes me embriagaron. Le pregunté cómo era posible que un sueño (o dos) (o diez) pudiera generar una sensación tan creíble.
- No se como explicárselo Doctor (seguí), o sea, una misma persona es emisor y receptor. ¿me entiende?, por que yo, yo mismo, estoy elaborando el sueño, la trama, pero no se como continúa, hay otra parte de mi, la receptora, que no sabe como continúa el sueño. Entonces es ahí cuando uno se entusiasma ante las pesadillas o se ilusiona pelotudamente ante historias que prometen placeres incontestables, cuando soy yo mismo el que está armado todas estas patrañas. (culminé, enojado)
- Es que usted no sabe, Javier, cuantas personalidades habitan en un ser humano.
Cuando me dijo eso me quede paralizado, no por el contenido de lo que me dijo sino por que no me lo dijo mi doctor, me lo dijo ella, una mujer, con una voz tan sensual como su pose de piernas cruzadas, con una pequeña libreta en mano, anteojos con marco negro haciendo un juego exquisito con su ondulante peinado. Note que era la mujer de mis sueños, o la hermana gemela, entonces sacudí mi cabeza como diciendo “No! No!!” y volví a mirarla, era ella, tantee la contextura del sillón a ver que tan verdadero sentía el tacto del cuero. Note que nada era vago, nubloso. Cerré con mucha fuerza los ojos un par de veces. Siempre volvía a ver a la hermosa mujer. Entonces me que paralizado, expectante.
- Sin duda usted tiene conflictos con las mujeres, Javier. (me dijo la doctora con su acariciante voz seguida de una sonrisa deliciosa).
- Si.
- ¿Tiene mama, hermanas? (esperaba mi respuesta para anotar no se que)
- Mamá vive, hermanas no tengo...
- Estas muy nervioso, tranquilízate, noto que te tartamudea la voz, que me mirás sin entender mucho que está sucediendo (mientras me decía esto se desenredaban sus piernas)
Yo sabía que todo era un sueño, y mas cuando se me acerco mucho mas de lo debido, note que había poca luz en el consultorio, igualmente logre ver su corpiño cuando se agachó a buscar la lapicera que se le había caído, ella noto mis miradas, y me sonrío. Yo no cabía en mi, sabia que era un sueño pero ella era preciosa. Se paro, la doctora, y fue hacia una pared, puso sus manos contra una pared y me llamó.
- Vení, hagamos la dramatización...
- ¿Dramatiza.....? si, claro... (mi iluso receptor)
Y fue así que empezamos a actuar la situación del subte, cuando llegamos a la segunda apoyada de ella sobre mi sentía que una gota de transpiración caía sobre mi sien. Ella intentó explicarme las sensaciones pero se le entrecortaba la voz. Estabamos en lo mejor.
En ese momento me desperté. Todo había sido otro sueño. Lo temía. Lo había previsto. Lo sabía. Me Putié. Me había dejado llevar por la pasión y el entusiasmo.
En ese momento entró la secretaria de mi analista y me dijo que el doctor se tubo que ir de apuro, por un caso extremo. Que me llamaría.Salí del consultorio sin saludar. Hecho un manojo de nervios. Destrozado. Inerte. Desorientado. Me fui a tomar un café a un barsito, me senté en una mesa de afuera. Nadie me atendió en 20 minutos, insulté y me fui. Llegue a mi casa. Aún todo ardía, pero sabía que iba a volver a soñar con vos y eso me tranquilizó, por que vos, sos el amor de mi vida...

1 comentario:

Saf dijo...

Te cojiste a un tipo!!! El que te apretaste contra la ventana era tu sicologo!! GAY!!!

Jajaja..

Muy bueno el cuento negro.. muy gay, pero posta lindo.. estas escribiendo re bien..

Un abrazo amigo!.