sábado, 6 de septiembre de 2008

Renacer

Anoche vi nacer la noche desde el interior de un colectivo. Un colectivo con todas las ventanillas cerradas obecediendo el cartelito que da su orden para “época invernal”. Estos vidrios, los de las ventanillas, estaban empañados por el calor de adentro y el frío tempanal de afuera del bondi. Yo con mi mp3 y mi música tenía una de estas ventanillas a mi costado, con mi mano derecha, la desempañe para ver.

Anoche vi amanecer la noche, vi como el cielo celestial y vespertino tomaba tonalidades cada vez más oscuras, adornándose con puntitos blancos, brillantes y una enorme pelota allá, bien lejos, en principio, algo apagada, para terminar iluminándonos a todos. La noche ya era un hecho y yo seguía en el colectivo, con mi música.

Anoche camine desde la parada del colectivo hasta casa. Verdaderamente hacia muchísimo frío, estaba doblado. No se qué me pasaba, quería vivir solo, que al llegar a casa y cerrar la puerta nadie me hable, prender algo que me de calor y tirarme a dormir, no quería nada más que eso. Estaba como triste, sin saber el motivo. En silencio.

Anoche me fui a dormir apenas entre a casa…

Amanecí como amanece el sol, antes que todos. Abrí los ojos de par en par aún adentro de mi cama y no pude volver a cerrarlos. Todavía el cielo era negro, solo iluminaba la luna. Te vi. Mientras dormía te vi, y vi, también lo que me pasaba.

Amanecí y di mil vueltas en la cama. Abrace la almohada y me tape con ganas, con muchas ganas. Mi cuerpo desempolvo mi cerebro. No puedo destaparme, te extraño demasiado. Eso me pasa. Desde anoche que eso me tiene así como en trance. Te extraño, nena. Quiero abrazarte, besarte, abrigarte. Quiero que mi cuerpo te de calor. Te necesito. Quiero dejar esta ironía de lado y declararte todo lo que siento por vos. Quiero reír con vos, llorar también, quiero, a vos te quiero, como nunca quise a nadie. Quiero amanecer con vos, y ver nacer las noches por el resto de mi vida con vos al lado. Quiero cocinar lo que te gusta. Quiero ir al supermercado y comprar tu desodorante, lo que necesites. Te extraño, como nunca pensé que podía hacerlo. Generas cosas que ni yo podría imaginar. Mi corazón tiene tu sello. Y mi cama, mi cama tiene tu perfume aún. Mis sabanas quieren abrigar otro cuerpo, y yo quiero que ese cuerpo sea el tuyo. Mi almohada quiere dejar de ocupar tu lugar, y yo encantado.

Es de noche aún. Se que todavía piensas en mi. Y creo que ahora estas llorando. Te extraño. Creo haber muerto un poco….

… Salí de la cama. Te vi. Salí a ver el sol y te vi. Y renací.

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