jueves, 4 de diciembre de 2008

Los celos y sus máscaras. - Historias de Divan -

En una sesion hablamos con Javier acerca de su relación de pareja y sugíó el tema del AMOR.

-Obvio que la amo ¡Mirá lo que me preguntás!

-Yo no lo veo tan obvio. El amor es algo mucho mas complejo de lo que uno cree.

-Explicate.

Como buen docente, Javier amaba las explicaciones . Yo solía no dárselas, pero esta vez me pareció oportuno introducir una visión nueva sobre el tema para que pudiera pensar en lo que le pasaba.

-Podríamos decir, aunque suene esquemático, que hay tres momentos en el desarrollo de un amor maduro: enamoramiento, desilución y aceptación de la realidad.

En el primer momento, el amado es alguien maravilloso, no tiene defectos, nadie es mejor que él, está terriblemente idealizado, casi endiosado. El amado se va engrandeciendo y en cambio uno se va empequeñeciendo, hasta el punto tal de no poder entender cómo alguien tan perfecto se ha fijado en uno.

En el segundo momento comenzamos a percibir algunas imperfecciones en la persona amada. Vemos que ante determinads situaciones su carácter no es el mejor, que en algunas cosas se equivoca, y esos razgos, que ya estaban pero que el enamoramiento nos impedía percibir, nos producen pena y desilución y así como en el primer momento ya queríamos casarnos y estar juntos para toda la vida, en este segundo momento es probable que queramos que se vaya para siempre.

- Entonces, ¿Qué se debe hacer?

- Reconocer que ambos momentos son engañosos, y que ninguno de los dos es el amor.

- Y ¿Qué es el amor entonces?

-El amor es un tercer momento en el cual veos al otro como es. Ni tan idealizado ni tan degradado. No es ni Dios ni el demonio. Disfrutamos de sus virtudes y aceptamos sus faltas. Y a pesar de ellas lo aceptamos y podemos ser felices a su lado. Recién ahi podemos hablar de un amor maduro con posibilidades de proyecciones en el tiempo de una manera sana. Porque la clave del amor, como me dijo alguna vez mi analista, está en reconocer los defectos del otro y preguntarse sinceramente si uno puede tolerarlos sin estar todo el tiempo protestando, y ser feliz a pesar de ellos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que linda que es esta historia de divan, yo cuando la lei en su momento, dije FAAAA que zarpado
y tambien me di cuenta que hay muchos que se quedan en uno de los pasos y ahi es cuando no funciona la cosa.

te quiero tio jak